Lechuza común (Tyto alba)
Descripción.
La lechuza común es una rapaz nocturna inconfundible, destacando su plumaje blanco en las partes inferiores y su cabeza redondeada con forma acorazonada. Su tamaño oscila entre 33-39 cm de altura, 80-95 cm de envergadura y 240-440 g de peso. Por lo general, las hembras son más grandes y oscuras que los machos. Como peculiaridad, presentan una de sus uñas en forma de peine (uña pectinada), que utilizan para la higiene del plumaje.
Pueden anidar en oquedades de grandes árboles o rocas, pero lo más frecuente es que utilicen cavidades de construcciones humanas. Entre marzo y agosto, la hembra pone de 4-7 huevos que incuba durante 31 días, durante los cuales es alimentada por el macho. Tras 50-55 días de desarrollo, los pollos ya realizan sus primeros vuelos, permaneciendo entorno al nido varias semanas mientras practican sus primeros lances de caza.
Sus egagrópilas son oscuras, redondeadas, de unos 4-6 x 2 cm de diámetro y contienen numerosos huesecillos de sus presas (en gran medida micromamíferos, pero también pajarillos y otros pequeños vertebrados), que capturan lanzándose en vuelo bajo desde algún posadero cercano.
Hábitat y distribución.
Su hábitat ideal está conformado por campos de cultivo de secano con edificaciones tradicionales en las que encuentra refugio y oquedades donde anidar, frecuenta las llanuras abiertas y evita las zonas montañosas o boscosas. Por eso, es típica de paisajes agrícolas, pueblos y de la periferia de las ciudades. Desde tiempos muy remotos ha convivido con el ser humano y ha protagonizado numerosos mitos y fábulas.
En la península ibérica está ampliamente distribuida, es sedentaria y en invierno recibimos individuos del norte; aunque su dispersión juvenil e invernada son poco conocidas. En la Región de Murcia, nuestros datos de seguimiento apuntan a un declive acusado, manteniendo sus principales núcleos reproductores en el Campo de Cartagena y el entorno del Mar Menor.
Amenazas para la especie.
Por desgracia, La Dama Blanca de la Noche desaparece alarmantemente de nuestros campos. Los cambios en los usos del suelo, la intensificación de cultivos y la pérdida de lugares adecuados para anidar (derrumbes, inaccesibilidad de edificaciones modernas), junto al uso de rodenticidas y los atropellos, son sus principales amenazas. Por si fuera poco, las sequías prolongadas provocan la desaparición de sus presas y suponen un gran peligro en nuestro clima semiárido.
Seguimiento de la especie.
Desde ULULA realizamos estimas poblacionales mediante censos nocturnos y el seguimiento y estudio de su población reproductora mediante su anillamiento científico. También se realizan estudios de dieta y de exposición a contaminantes ambientales, estos últimos en el marco de una constante colaboración con el Departamento de Toxicología de la Universidad de Murcia. Además, gracias al esfuerzo desinteresado de muchos voluntarios y a la colaboración con otras asociaciones o entidades, desarrollamos proyectos de conservación enfocados en el refuerzo de las poblaciones de lechuza común mediante la instalación de numerosas cajas-nido. Además, destacamos la importancia de la colaboración de la población local para la detección de territorios de lechuza ubicados en sus viviendas o infraestructuras y que han contactado y colaborado con nosotros.
Figuras de protección.
A nivel nacional, está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE) y en la Lista Roja de las Aves de España, con la categoría de NT – Casi Amenazado. Sin embargo, no aparece en el Catálogo Español de Especies Amenazadas ni en el Catálogo de Especies Amenazadas de la Región de Murcia, dictado por la antigua Ley 7/1995.
Adulto
Pollos